El Pueblo Trágico de Tlaquepaque
Un fracaso en materia de seguridad, así es como se puede calificar el trabajo de las presidentas municipal de Tlaquepaque, María Elena Limón, “La Dueña” y su ayudanta, asistente Citlali Amaya, quien poco puede hacer por sí sola.
Y no solo es por referirnos a las recientes masacres ocurridas en el municipio, sino a las muertes, ejecuciones y homicidios en ese Pueblo Trágico.
Y es que se les olvida que Tlaquepaque no solo puede ser su zona centro, Tlaquepaque son esas calles mal empedradas, de tierra, con servicios carentes, que fueron y son olvidadas por las alcaldesas que siguen en busca de mantenerse al frente del municipio y se preparan para la elección municipal.
Es tal la incapacidad en materia de seguridad en el municipio de Tlaquepaque que la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional implementan un operativo a lo largo y ancho del municipio violento, sangriento y omiso.
El primer triple homicidio en Tlaquepaque ocurrió del mes de enero, el día 17. Tres empleados de un bar, de Santa María Tequepexpan, fueron asesinados por sujetos armados que llegaron, consumieron y al salir atacaron a las víctimas. Como es costumbre en el Pueblo Trágico de Tlaquepaque, no hubo detenidos.
El 4 de febrero se registraron otros dos casos.
En la colonia San Pedrito, dentro de una casa, fueron localizados los cuerpos de tres personas, tenían impactos de bala y los quemaron.
Ese mismo día, pero una hora después, dos hombres y una mujer fueron encontradas sin vida y con huellas de violencia en un terreno baldío de la colonia Vistas del Cuatro.
El 6 de febrero, otras tres personas fueron asesinadas a balazos en la Colonia San Pedrito, dos mujeres y un hombre de oficio barbero, en una habitación fue localizada ilesa una bebé.
Para entonces, la Secretaría de la Defensa ya informaba del arribo de militares para blindar Tlaquepaque y Tlajomulco.
El domingo 18 de febrero, el amanecer en la colonia Francisco I Madero, no fue como de costumbre. Seis personas fueron asesinadas. Dos adultos y 4 menores, dos de ellos mujeres. Un día después una séptima víctima, menor de edad, aumentaba la víctima a 7. Una menor se mantiene delicada de salud.
De la masacre no hay pistas y solo se informó que fue un ataque directo. Las alcaldesas como siempre guardan silencio y hacen como que en su municipio no pasa nada.
El comisario de Tlaquepaque, Luis Pantoja Magallón goza de la protección de María Elena Limón, quien pone y quita, quita y pone, pero al policía, pese a su incapacidad lo mantiene.
Afortunadamente para los habitantes de “Tlaquemuerte” la Guardia Nacional y el Ejército detuvieron a 17 miembros de una célula delictiva y abatieron a dos que los enfrentaron en el fraccionamiento Revolución. El primer golpe desde que inició el operativo especial. Cabe destacar, que en este operativo especial no participó la policía municipal.
Tlaquepaque está que arde, la ola de muerte y ejecuciones ha crecido, y urge frenar la incidencia, a pesar de sus alcaldesas, que prefieren hacer como si su municipio fuera en verdad un Pueblo Mágico y no un “Pueblo Trágico”.