Que se vayan
Tristeza, decepción, frustración y rabia, es lo que se puede sentir con las desapariciones de hombres y mujeres, que tienen sometidos los municipios y al estado.
Uno, dos, cuatro, cinco u ocho, los casos que sean se deben frenar de inmediato y quien no pueda cumplir con sus funciones para las que los contrataron deben dar un paso al costado.
Las recientes desapariciones y muertes de los 8 jóvenes del call center en Zapopan, la desaparición de 4 mujeres en Encarnación de Díaz, que siguen sin ser localizadas, la desaparición de los cinco jóvenes en Lagos Moreno, y muchos otros más que se registran, son ya casos que hacen que el problema en la entidad sea alarmante. Y es que comencemos con que los municipios poco hacen por evitarlo y la respuesta de las dependencias de seguridad es más lenta que una tortuga. Reaccionan hasta que el caso se convierte en mediático y comienzan a ser exhibidos.
Los encargados de la seguridad no pueden esperar a que la federación les solucione los problemas en el estado, sencillamente sino pueden deben hacerle a un lado.